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El Genocidio de los Nómadas Aire fue una masacre enorme cometida por la Nación del Fuego que resultó en la erradicación casi total de los Nómadas Aire y su fauna que vivió en los Templos Aire. El único ser humano superviviente del ataque inicial y la posguerra era el Avatar Aang. La indignación por esta destrucción cultural obligo al Reino Tierra y las Tribus Agua a tomar armas y declarar la guerra a la Nación del Fuego, lo que condujo a una guerra a gran escala que se prolongó durante cien años.

Historia[]

Preludio[]

Templo Aire del Este

El Templo Aire del Este florecido antes del genocidio.

El Señor del Fuego Sozin tenía su propia visión para un futuro "brillante" pensado extender el estado de paz y riqueza de la Nación del Fuego al resto del mundo, sin embargo, el Avatar Roku rechazó esta idea y debido a la oposición del Avatar, Sozin no pudo ejecutar su búsqueda de la dominación del mundo. Años más tarde, cuando Roku, momentos previos a su muerte, le rogó a Sozin por ayuda después de haber inhalado gases tóxicos de la erupción volcánica de su isla, el Señor del Fuego abandonó a su antiguo amigo, dándose cuenta de que sus planes pronto llegarían a ser posibles con la desaparición del Avatar. Con la muerte del Avatar Roku, Sozin comenzó a ejecutar sus planes para "extender el estado de paz y riqueza de la Nación del Fuego en el resto del mundo", para dar a luz un futuro más brillante.

Sozin sabía que el Avatar sucesor de Roku renacería como un Nómada Aire, y que este al crecer, debido a que su misión es velar por el equilibrio del mundo, rechazaría una vez más su postura, y que si en todo casó intentara atentar contra el nuevo Avatar, toda su cultura y nación lo defenderían; por lo que para evitar futuros problemas en sus planes llegó a la conclusión que el Avatar y todos los Nómadas Aire debían ser eliminados permanentemente, para que de tal manera sus deseos y ambiciones perduren.

Planeó un ataque sorpresa preventivo inicial en contra ellos. Pero, aún le faltaba resolver el misterio de cómo acceder a los templos aire, puesto a que en ese tiempo las demás naciones, no tenían la forma o manera de llegar a esos lugares ya que estaban ubicados en picos muy elevados, a excepción de los Nómadas Aire que contaban con sus habilidades propias de Aire Control y Bisontes voladores para el vuelo; por lo que sus planes quedaron en espera.

La Traición[]

Un poderoso, pero ambicioso Monje Maestro Aire llamado Afiko, al saber la identidad del nuevo Avatar, fue quien pidió la autorización del Consejo de Ancianos para poder de enseñarle a un joven Aang una serie de "nuevas y avanzadas técnicas aire control". El Consejo dio su aprobación, sin embargo, bajo una previa exhibición de las mismas, ante lo cual Afiko estuvo de acuerdo y los llevó a un área abierta para poder hacer la demostración de sus técnicas. Las consecuencias de las mismas resultaron ser demasiado crueles, destructivas y letales, que terminaron con la vida de muchos inocentes bisontes voladores y lemures, dañando el ecosistema y la fauna del lugar, dejando un escenario sangriento. Cuando terminó la demostración, el Consejo de Ancianos quedó horrorizado y estupefacto ante lo oscuras y siniestras que resultaron ser las técnicas de aire control de Afiko, que de no ser porque tenía influencias en el Templo Aire, hubiese sido expulsado del mismo. Le prohibieron de enseñar dichas técnicas al Avatar ni a cualquier Nómada Aire, puesto que estas eran totalmente contrarias a la filosofía pacifista y armoniosa que practicaba su cultura.

Dicha prohibición hizo que Afiko se sintiera traicionado y desvalorizado, de que cómo era posible que sus mismos compañeros Maestros Aire no podrían apreciar la grandeza de sus vastas habilidades, lo cual terminó por llenarlo de envidia y resentimiento hacia su gente y el propio Avatar; siendo finalmente esta medida lo que lo llevó a acudir ante la presencia del mismísimo Señor del Fuego Sozin y revelarle las rutas secretas de como llegar a los Templos Aire sin la necesidad de bisontes voladores, de tal manera traicionando a su propio pueblo. Con la valiosa información de vanguardia que le había proporcionado Afiko, Sozin vió que por fin podría ejecutar sin más obstáculos y dilaciones su ambicioso sueño de expandir la Nación del Fuego por la fuerza. Convirtió a Afiko en su consejero especial y programó que el ataque tendría lugar durante la llegada del gran cometa, más tarde apodado Cometa de Sozin, el cual potenciaría enormemente el fuego control de los maestros fuegos; de esta forma pudiendo cumplir finalmente su macabro plan.

La Huida de Aang[]

Debido a la amenaza de una inminente guerra, el Consejo de Ancianos del Templo Aire del Sur le dijo a Aang de su identidad como Avatar a la edad de doce años, cuando en circunstancias normales, se le diría de su identidad de Avatar a la edad de dieciséis años. A pesar de esto, Gyatso, creyendo que Aang debe tener una infancia normal, continuó participando en juegos y diversión con él. Esto llevó a una decisión por Pasang y el resto del Consejo de Ancianos para separarlos a los dos y enviar a Aang al Templo Aire del Este para completar su entrenamiento de Aire Control. Esta conversación, sin embargo, fue escuchada por Aang que había estado escuchando a escondidas desde un escondite secreto. Incapaz de lidiar con el peso de su nueva condición y el camino que el monje superior había elegido para él, abandonó su casa con Appa. Atrapados en una tormenta poco después, Aang y Appa se hundieron en el océano. Profundo debajo de la superficie, el activó el Estado Avatar como un mecanismo de defensa y, utilizando tanto Aire Control y Agua Control, Aang se encerró a sí mismo y a Appa en un bloque de hielo, salvando a ambos de la amenaza inmediata de ahogamiento y del asalto inminente de Sozin contra los Nómadas Aire

Genocidio[]

Cuerpos de soldados de la Nación del Fuego

A pesar de que la Nación del Fuego, finalmente, exterminó a los Nómadas Aire, sus pérdidas eran inmensas, así, lo atestiguan los muchos cadáveres que quedaron en los Templos Aire.

El día que llegó el Cometa de Sozin, soldados de la Nación de Fuego y Maestros Fuego irrumpieron asaltando sorpresiva y simultáneamente los cuatro Templos Aire, donde comenzaron a asesinar a todos los Monjes. A pesar de ser una cultura pacifista, los Nómadas Aire lucharon contra sus atacantes con bastante éxito, como lo demuestran las docenas de cadáveres de soldados y maestros fuego que rodean el esqueleto del Monge Gyatso. Sin embargo, los poderes aumentados del Fuego Control debido al Cometa, sumado al poderoso ejército de la Nación del Fuego, resultaron ser demasiado avasallador y superiores ante las pocas defensas del desprovisto grupo de Maestros Aire, por lo que al final, todos los que estaban allí terminaron siendo brutalmente masacrados.

Un pequeño número de Nómadas Aire se habían escapado del ataque inicial en los templos y resultaron ser demasiado difíciles de alcanzar para la Nación del Fuego. Cambiando de táctica, el Señor del Fuego Sozin utilizó las reliquias de los templos y las colocó en un número de pequeñas residencias secundarias en lo alto de montañas amuebladas con ellos, dando a estos lugares la apariencia de estar habitadas por otros refugiados Nómadas Aire. Mediante el uso de espías para difundir rumores acerca de estas zonas de seguridad en toda la población del Reino Tierra, Sozin atrajo con éxito a los Maestros Aire que quedaban a las manos de los soldados de la Nación del Fuego que los estaban esperando, y los eliminó.

Consecuencias[]

Inmediatas[]

Aang y Momo

Aang fue el único sobreviviente del Genocidio de los Nómadas Aire y sus consecuencias.

El único Maestro Aire conocido de haber sobrevivido a la embestida brutal fue el que la Nación del Fuego intentó matar en su búsqueda de la supremacía mundial: el Avatar Aang. Al huir del templo, ignorante de los inminentes ataques contra los Nómadas Aire, se salvó. Aang, sin embargo, más tarde se sintió culpable por huir y creyó que él podría haber derrotado a las fuerzas de la Nación del Fuego invasoras y salvado a su pueblo si se hubiera quedado.

Sozin pasó los últimos veinte años de su vida en busca de Aang, quien en ese momento se había congelado en un iceberg bajo el océano durante un siglo, y, finalmente, murió a la edad de 102 años antes de que pudiera encontrar a Aang. El legado de Sozin al mundo fue una guerra que había comenzado con este primer golpe fatal para los Nómadas Aire y duraría cien años.

Generales[]

El genocidio de los Nómadas Aire fue eventualmente seguido de una campaña de la Nación del Fuego. Por 100 años, a los niños se les enseñaba que Sozin luchó contra el "Ejército de los Nómadas Aire", omitiendo por completo el hecho de que los Nómadas Aire fueron un pueblo pacífico y no tenían un ejército formal por su cuenta. Sin embargo, esta forma distorsionada de la historia en general se considera correcta por los ciudadanos de la Nación del Fuego. Las otras naciones, por su parte, habían perdido la mayor parte del conocimiento de los Nómadas Aire, haciendo que, al igual que el bisonte volador, a la mayoría se los consideraba parte de antiguos mitos y falsas leyendas. Los intelectuales y los ancianos eran los que generalmente conocían la mayoría de la historia de los Nómadas Aire, pero incluso a ellos que eran parte de una cultura milenaria, murieron.

Esqueleto de Gyatso

El esqueleto de Gyatso encontrado en el Templo Aire del Sur.

Cien años después del genocidio, Katara y Sokka liberaron a Aang y Appa de su estado de congelación. Después, Aang pronto se enteró de la suerte de los Nómadas Aire. Volviendo a visitar su antiguo hogar, el Templo Aire del Sur, teniendo la esperanza de que algunos Nómadas Aire hubieran sobrevivido a los ataques, pero él descubrió un sinnúmero de cadáveres de la Nación del Fuego, junto con el esqueleto frágil de Gyatso. Su ausencia durante el genocidio de su pueblo que con frecuencia le peste, lo que le causó muchos episodios de vergüenza, junto con sentimientos de dolor insuperable.

Ruinas del Templo Aire del Este

Debido al ataque en masa, los Templos Aire quedaron en ruinas, principalmente por la falta de tratamiento.

Sin embargo, no todos los Templos Aire se quedaron solos y en ruinas durante cien años, el Templo Aire del Norte, fue redescubierto por refugiados del Reino Tierra alrededor del 90 DG. Obligados a abandonar sus hogares a causa de una inundación años antes, se toparon con el templo abandonado y lo convirtieron en su nuevo hogar. Su líder, el mecanicista, modifico fuertemente el templo con sus inventos, con la creación de un refugio para su pueblo. Cuando Aang finalmente llegó al Templo Aire Norte durante su camino, el Avatar estaba enojado con los nuevos habitantes de lo que vio como "vandalismo" al hogar de su pueblo. Sin embargo, Aang se aplacó después de ver el "espíritu de un Maestro Aire" en Teo y cómo los refugiados defendieron su nuevo hogar en contra de la Nación del Fuego. Aang dijo que al igual que el cangrejo ermitaño que vio antes, habían encontrado un nuevo "caparazón" como casa y les permitió quedarse.

Acólitos del Aire en el Templo Aire del Este

Alrededor del 171 DG, los Templos Aire fueron restaurados a su antigua gloria y mantenidos por los Acólitos del Aire que los hicieron su hogar.

Con el fin de preservar la cultura Nómada Aire, el Avatar Aang fundó a los "Acólitos del Aire" en el 101 DG. Parte de un grupo internacional de monjes y monjas, que llevan las enseñanzas, la cultura y tradiciones de los Nómadas Aire a través de la práctica, y han restaurado los Templos Aire junto con el Avatar Aang.

Aunque la población de los Maestros Aire todavía sigue viéndose muy reducida, la población ha comenzado poco a poco en aumento con el nacimiento del hijo de Aang y Katara, Tenzin, quien a su vez también tiene una familia con tres Maestros Aire conocidos: Jinora, Ikki y Meelo. Como resultado, todos los Maestros Aire futuros, así como los Avatares Nómadas Aire serán descendientes de Aang, a través de Tenzin, ya que sus hermanos no tienen hijos.

Luego de la Convergencia Armónica del año 171 DG, surgieron de forma espontánea maestros aires por el mundo, volviéndose realidad el resurgimiento definitivo de los Nómadas Aires luego de 170 años de estar al borde de la extinción.

Apariciones[]

Avatar: La Leyenda de Aang[]

Libro Tres: Fuego (火)[]

Curiosidades[]

  • Después del genocidio de los Nómadas Aire, Aang encontró una isla habitada por una especie diferente de bisontes voladores y lémures voladores. Sin embargo, eran de una especie completamente nueva, entre ellas lémures voladores de cola anillada y bisontes voladores con más rayas en la espalda.
  • Junto al cadáver del Monje Gyatso se ven muchos cadáveres de soldados Maestros Fuego, lo que puede significar que los Maestros Aire eran grandes guerreros y que a pesar de ser pacíficos podían defenderse muy bien.
  • Existe la teoría de que algunos pocos nómades aire sobrevivieron al genocidio durante el paso del gran Cometa Sozin, y escaparon a diversos rincones del Reino Tierra. Pero, debido a ser potencialmente vulnerables a ser perseguidos por sus habilidades y rasgos, estos evitaron a toda costa mostrar sus poderes de maestros y sus prácticas culturales para luego mezclarse con otros habitantes de sus zonas. Es así que, con el paso del tiempo, su descendencia vivió ignorando sus orígenes y posibles habilidades. No fue hasta la Convergencia Armónica con el Avatar Korra que, muchos de esos descendientes, evidenciaron su herencia genética como maestros. Esto explicaría por qué solo aparecieron nuevos maestros aire en el Reino Tierra.

no:Folkemordet på Luftnomadene

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